VICTOR MONTIEL
TEORÍA Y POLÍTICA DEL DESARROLLO REGIONAL Y URBANO
9-ENE-09
Antecedentes
Durante los últimas dos décadas la política económica mexicana ha estado sesgada a dos rubros: política sectorial (industrial) y política macroeconómica (cambiaria, monetaria y fiscal); y estas no han jugado el rol esperado para llevar al país a un desarrollo económico sostenible y sustentable. En el presente ensayo se manifiesta la importancia que tiene para toda investigación el tomar en cuenta el espacio económico como un nuevo factor de producción, que determina las cualidades y ventajas de un cierto territorio frente a los demás.
El estudio se divide en tres partes, la primera hace una revisión general de las teorías que aplican al espacio económico, tomando en cuenta la importancia de éste término, y su utilidad hoy en día; la segunda parte hace una revisión general de las políticas nacionales, sectoriales y regionales que han aplicado ciertas economías como la Unión Europea, China y en especial México; terminando con una evaluación de la situación nacional y las propuestas para una mejor política económica nacional.
El objetivo de este ensayo es esclarecer la falta de una visión espacial para aplicar política económica, sobre todo política de desarrollo a nivel regional y urbano. Esta falta de perspectiva hace que las políticas sectoriales, fiscales, monetarias, etc. además de cualquier proyecto de fomento económico y social tengan repercusiones limitadas para la población objetivo o para el sector en específico al cual se quiere ayudar.
a) Historia Económica Nacional (1988-2004)
Al finalizar el Modelo de Sustitución de Importaciones y la entrada de políticas neoliberales en 1982, México era considerado una economía estable gracias al milagro acontecido durante los años 70s; sin embargo la década de los ochenta se considera perdida ya que las crecientes tasas de interés acrecentaron una deuda externa impagable y la tasa de inflación se multiplico hasta llegar a ser de 25%. El país cayó en una recesión que pronto se convirtió en estanflación e hizo devaluar al peso mexicano frente a las divisas internacionales: dólar.
Las políticas de privatización de empresas estatales y paraestatales como Televisoras, Teléfonos, Bancos, Líneas aéreas, etc. no sólo vino a consolidar el poder monopólica, sino acrecentó los precios; y junto a las políticas de liberalización comercial y la entrada primero pasiva de nuevas inversiones y nuevas empresas llevo al quiebre de la economía ya que se desempleo a una tercera parte de la población, los ingresos decrecieron y con esto sus efectos negativos no hicieron esperar. El gobierno mexicano tomo medidas extraordinarias para controlar la inflación, en especial en materia fiscal y monetaria, pero su mayor logro fue cuando se instauro el Pacto Social.
Respecto a la política monetaria y cambiaria, lo que se quería era inyectar recursos provenientes de fuera y para esto el gobierno era el único capaz de sostener dicha tasa de interés, también promovieron créditos mediante los flujos monetarios con un nulo encaje legal con el fin de incentivar la liquidez en la economía y a su vez el tipo de cambio lo mantuvieron flotante con barras estabilizadoras que corregían el déficit en balanza de pagos de manera casi inmediata. La política fiscal de la misma manera incentivaba la inversión directa mediante la condonación de impuestos y aranceles a empresas maquiladoras de exportación.
Las reformas de primera generación (1982-1988) aumentaron los flujos de inversión directa extranjera (IED), descentralizaron al gobierno del ingreso petrolero ya que incrementaron las exportaciones de maquilas ubicadas en la frontera norte del país, a su vez que el coeficiente de importación se triplicó. Por el lado financiero, las tasa de interés quedaron al libre juego de mercado y los bancos ahora privatizados, buscaron obtener financiamiento externo, subiendo las tasas líderes de referencia, teniendo como respaldo de pago al gobierno federal y su seguro financiero: FOBAPROA.
Iniciados los años noventa, la economía resentía las reformas estructurales y sobre todo estaba inmersa en un ambiente de incertidumbre; por un lado el sistema electoral no garantizaba la plena democracia y por el otro el movimiento de las tasas de interés y de los tipos de cambio eran erráticos (gracias a esta incertidumbre), por lo que el choque no se hizo esperar y en 1994 fue cuando inversionistas nacionales y extranjeros sacaron del país millones de dólares (gracias a que la inversión no estaba controlada y los bancos al ser privados no se les pudo contener). La crisis fue de tal magnitud que llevo a una inflación del 50%, las tasas de interés eran extremadamente altas y el tipo de cambio era tal que se tuvo que devaluar drásticamente la moneda para poder subsanar el déficit público y la balanza comercial. A la alta inflación se le agregó la falta de liquidez en la economía y con esto más de la mitad de la población fue arrojada al umbral de pobreza y a una caída del producto inimaginable.
A pesar de lo anterior, la crisis se superó rápidamente y los niveles de déficit en balanza de pagos fueron absorbidos por el superávit en balanza comercial gracias al encadenamiento provisto por el TLCAN hacia los EE.UU y las exportaciones a este país (debido a la devaluación del peso que hace crecer las exportaciones). La economía mexicana creció sin crédito bancario, la volatilidad de los tipos de cambio y tasa de interés fue aún latente en épocas posteriores, y de las empresas nacientes lograron sobrevivir aquellas vinculadas al aparato exportador. Este evento dejó en claro que las políticas neoliberales eran contradictorias en el sentido de progreso nacional, ya que perjudicaron al bienestar social y al sistema económico nacional, pues después de todo se demostró que México era frágil frente al escenario global y no dejaba de tener un impactos respecto a lo que acontecía en el vecino del norte.
Frente a esto, para 1998 era claro que la maquila de exportación era una economía de enclave para aquellas regiones favorecidas y que además de generar empleo en cualquiera de su modalidad (formal o subcontratada) hizo crecer la migración campo-ciudad ya que el TLCAN sacrificó a casi todas las actividades agrícolas a cambio de que se modernizara la planta productiva nacional. La migración llegó a su punto más alto cuando se contabilizó la mayor partida de connacionales al país del norte en busca de nuevas y mejores formas vida, alrededor de 10 millones de personas en ese año, éstas provenían de las regiones dedicadas a la agricultura y por el TLCAN habían sido desfavorecidas.
Las regiones favorecidas por el tratado y que lograron integrarse en economías de enclave fueron: Tijuana, Baja California; Mexicali, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Chihuahua, Chihuahua; San Luis Colorado, Sonora; Nogales, Sonora; Hermosillo, Sonora; Torreón, Coahuila; Monclova, Coahuila; Piedras Negras, Coahuila; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Reynosa, Tamaulipas; Matamoros, Tamaulipas; Monterrey, Nuevo León; La Paz, Baja California Sur; Guadalajara, Jalisco; León, Guanajuato; Querétaro, Querétaro; Cancún, Quintana Roo; Acapulco, Guerrero; entre otras. Las regiones afectadas por el tratado y especialmente dedicados a actividades primarias fueron: Zamora, Michoacán; Uruapan, Michoacán; Irapuato, Guanajuato; Celaya, Guanajuato; Arandas, Jalisco; Tepic, Nayarit; Colima, Colima; Córdoba, Veracruz; Martínez de la Torre, Veracruz; Cardel, Veracruz; Tehuacán, Puebla; Huamantla, Puebla; Oaxaca, Oaxaca; Chilapa, Guerrero; Comitán de Domínguez, Chiapas; entre otras.
A partir de 2000 se comenzó a direccionar la política comercial externa hacia otras latitudes que no fueran EE.UU., especialmente se quería exportar productos hacia Europa y Japón, y aunque se han elaborado acuerdos comerciales que permiten ciertas mercancías, los mexicanos no han podido sobrepasar la calidad requerida para satisfacer esos mercados; del lado de la inversión, tampoco se ha descentralizado ya que los mismos japoneses reconocen a México como un país con grandes cualidades para establecer sus transnacionales pero se deben fortalecer los encadenamientos internos que provean de insumos a estas grandes compañías. Actualmente la competencia con China, India y Brasil ha sido a favor de ellos y es muy posible que en los próximos años se pierdan muchas empresas maquiladoras para reubicarse en esas zonas, pero si se compromete a emprender acciones para fortalecer cadenas productivas y para generar productos de mayor calidad y valor agregado, es posible lograr exportar productos con baja elasticidad precio y líderes en su ramo; en algunos ramos ya se ha conseguido aunque más que limitaciones técnicas del producto, son las barreras no arancelarias las que protegen a los países desarrollados.
b) Disparidades regionales y el desarrollo alcanzado
El apartado productivo nacional se vincula con el desarrollo regional, a partir de que son las actividades sectoriales aquellas que mueven un territorio; y son la interdependencia de actividades las que vinculan dos territorios y conforman un sistema regional. El país cuenta con un sinfín de localidades que se entrelazan y comunican entre sí para formar actividades y esto se configura para constituir una región. Según el Dr. Clemente Ruiz Durán, existen 7 macro regiones al interior del país, que según se forman dadas sus características comunes, sus actividades motrices y complementarias, y sus vínculos comerciales y sociales, estos son:
Frontera: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Reconversión Industrial: Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí.
Centro: Distrito Federal, México, Puebla, Morelos, Tlaxcala e Hidalgo.
Petroleros: Veracruz, Campeche y Tabasco.
Sur: Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Turísticos: Yucatán, Quintana Roo y Baja California Sur.
Materias Primas: Sinaloa, Nayarit, Durango, Michoacán, Colima y Zacatecas.
Las disparidades que existen entre estas regiones son visuales y generales; las que mencionamos son causa por la especialidad a la que se han dedicado, o puede ser causa de la falta de organización y política industrial; pero hay que mencionar que cada región tiene concentraciones y disparidades hacia dentro y que son las actividades motrices y complementarias las que dan sentido de estudio para que se comporten así.
Los estados fronterizos están ligados a la economía de EE.UU. de manera umbilical, lo cual son fuertes exportadores de productos maquilados y su crecimiento depende del crecimiento del país vecino. El peso de la inversión externa radica en un 30-35% de la nacional y su índice de especialidad en manufacturas ha subido 1.25 unidades, especialmente en las industrias: eléctrica-electrónica, automotriz, textil y metálica básica. Su fortaleza económica se puede comparar con países latinoamericanos de relevancia como Paraguay y Ecuador.
Los estados de reconversión industrial, han creado infraestructura social para que empresas transnacionales se ubiquen allí, de tal forma que se forman clústers de actividades que mueven al resto de la economía regional; a cambio de la Inversión Directa que reciben, ellos condonan impuestos locales y federales además de que su infraestructura les permite gozar de ventajas de localización. El peso de la inversión externa abarca entre un 12-15% de la nacional y su especialidad manufacturera ha subido 1.45 unidades, con especial interés en el área de maquinaria y equipo, automotriz, metálica básica, textil y química. Su fortaleza económica se compara con los países de menor calibre del tigre asiático, tal como Vietnam y Tailandia.
Los estados del centro han reforzado sus actividades manufactureras a raíz de la apertura comercial; muchas empresas han cerrado frente a su incompetitividad y desde los ochentas el centro del país ha diversificado sus actividades, delegando así el crecimiento nacional a las regiones fronterizas y de reconversión industrial. A pesar de ser perdedores dentro del TLCAN, la inversión extranjera ha crecido de 10 a 15%, sobretodo en el marco de la inversión de cartera y para fomentar actividades industriales; con esto su especialidad también ha rebasado el promedio nacional por encima de 1.25 unidades y se mantienen las actividades tradicionales de: elaboración de alimentos, industria química, industria textil e industria papelera. Su fortaleza económica se compara con países europeos relevantes como Grecia y Bulgaria.
Los estados petroleros cuentan con el vital “oro negro” que es todavía pieza clave en la industrialización nacional, de este mineral se obtienen el 30% de los ingresos federales, y que a su vez se reinvierte en la empresa mexicana (paraestatal) más grande para desarrollar actividades complementarias que llevan a mejorar la extracción y transformación del petróleo. Su fuente de recursos externa es también vital para la modernización de la paraestatal, por ello cubre entre el 10-12%de la IED nacional, y su especialidad en la extracción de petróleo avanzó 15 unidades, es por ello que es su actividad primordial y debe convertirse en una empresa de vanguardia ahora que se le inyectan recursos exclusivos para la Investigación y el Desarrollo. La fortaleza de esta región sólo puede compararse con otros países exportadores de petróleo como Etiopía y Nigeria.
Los estados del sur cuentan con importantes recursos naturales y humanos, pero no los han podido focalizar hacia actividades de valor agregado; siendo que el Estado ha inyectado recursos y financiamiento a actividades poco productivas y que finalmente los beneficiados son las regiones próximas y ricas a las que subterráneamente les traspasan todos estos fondos. En estos estados la inversión externa es muy débil con apenas 3% y su índice de especialidad se retrajo a partir del TLCAN, con lo que perdió 0.25 unidades respecto a la especialidad promedio nacional en manufacturas. Debido a que son estados ricos en recursos pero pobres en producción, su fortaleza económica se compara con países africanos como Camerún y Yemen. Ya que son considerados como invaluables herederos y conservadores de la cultura mexicana ancestral, esta región puede desarrollarse en un nuevo marco ecoturístico y con fuerte vinculación dentro y fuera de la comunidad para que puedan conservar estas tradiciones y a su vez puedan transmitirlas a la gente curiosa y de mente abierta; además de que es posible iniciar programas de braceros que trabajen en la maquila de exportación (dadas sus capacidades motrices y sus habilidades manuales) por algún tiempo y luego regresen a su lugar de origen para que no pierdan contacto con su comunidad y adquieran nuevos conocimientos sobre el mundo actual.
Los estados turísticos mantienen un movimiento similar a los fronterizos ya que su actividad gira en torno al movimiento de personas que pasan un periodo vacacional en estas zonas; la actividad turística es fundamental para mover al resto de los sectores que se aferran a ella para tratar de vender productos a los extranjeros. La IED radica entre 12-15% y su especialidad en el área de comercio, restaurantes y hoteles creció en 1.5 unidades, arrastrando así actividades complementarias como la artesanía, la elaboración de alimentos y bebidas y los textiles. Su fortaleza económica se compara con países también dependientes del turismo como Bolivia y Costa Rica.
Los estados que cuentan con materias primas se han especializado en su usufructo y han adquirido un respetable catálogo de productos elaborados con calidad y a la vanguardia de la tecnología utilizada en países del primer mundo. En esto países la entrada de capitales ha sido muy limitada ya que abarca entre un 6-8% de la nacional, pero su especialidad alcanzó 2.85 unidades arriba para la rama minera, 3.45 unidades para la rama agropecuaria y 0.50 unidades para la manufacturera, siendo sus principales actividades la extracción y transformación de la madera (muebles), la extracción y transformación de minerales preciosos (oro, plata), la siembra y cosecha de hortalizas, cereales y frutas de temporal. Su fortaleza económica se compara con países de poco peso como Panamá y Mozambique.
Con esto se demuestra la disparidad regional, que si bien ha disminuido respecto a épocas pasadas y a la concentración de actividades, aún es muy amplia en cuestión a diferencia de ingresos y rentabilidades. Las regiones ricas que atraen recursos humanos y extraen los naturales de la regiones pobres favorecen esta condición, pero el gobierno tiene mucho que decir y más que hacer para evitar concentraciones y favorecer un desarrollo parejo en todo el agregado nacional.
Es necesario enmendar el camino en tres aspectos, el primero es la visión macroeconómica, ya que debemos de reconocer las fallas del modelo, las limitaciones del Tratado de Libre Comercio, y las desregulaciones que han venido a afectar el aparato económico; es urgente hacer reformas estructurales sobre las privatizaciones para tener un mayor control de los mercados, reformar el sistema educativo para que sea una enseñanza de calidad y con aplicabilidad contemporánea, además de reformar el sistema financiero para evitar la salida masiva de capitales y para regular los préstamos light que se ofrecen a pasivos incumplidos, y reformar el sistema fiscal para que se abarque al subempleo, así como también reformar el sistema jurídico y de seguridad social para que también abarque al subempleo y a la subcontratación. Segundo en el ámbito territorial, se debe contemplar de inmediato a las capacidades productivas locales y al espacio económico en cuestión, antes de hacer acciones que tienen repercusiones o limitaciones, para que así las políticas públicas tengan un efecto real inmediato y de largo plazo; a su vez que se debe descentralizar la autoridad y delegar las acciones a los grupos o instituciones con mayor eficacia para llevar a cabo estas acciones. Tercero en el ámbito microeconómico, se debe fomentar las cadenas productivas al interior del país no con el fin de abarcar más sino de especializarse en aquellas donde se tengan ventajas competitivas.
Las principales teorías del crecimiento regional
El objeto de este apartado es revisar las principales teorías que han dado hincapié al espacio económico como una variable de dimensión que hay que considerar al proponer políticas económicas.
Los territorios en general poseen ventajas geográficas, tales como recursos naturales, artificiales, humanos, los cuales permiten el desarrollo social y económico de esa región. Un espacio económico se construye a partir de las interacciones comerciales, sociales, culturales, etc. que existen entre ambas y su grado de complementación. Cuando una región se integra y se especializa en alguna actividad, se dice que esta región ha avanzado en la escala económica y si es capaz de competir a nivel global con regiones análogas, entonces la región se vuelve competitiva.
A continuación se exponen las teorías espaciales de Perroux, Myrdal, Marshall, Shumpeter y Krugman; tratando de armonizar en una teoría general aplicable a nuestro país.
a) Teoría de los polos de crecimiento
La teoría de los polos de crecimiento nos habla de dos tipos de industrias: aquellas que son motrices para el desarrollo de una región, también consideradas como básicas para la industrialización; y aquellas consideradas complementarias y que son base para que las primeras crezcan y permanezcan en la competencia global. Cuando una región invierte recursos para fomentar una actividad motriz entonces esta región crece y envía un derrame económico al resto de la región por medio de excedentes dinerarios que pronto se convierten en recursos para fomentar las actividades complementarias.
El crecimiento de las actividades “complementarias” (definidas como aquellas que están orientadas exclusivamente al mercado local de consumo final e intermedio) depende inicialmente del ingreso generado por las actividades exportadoras o básicas y, por ende, de la demanda externa. Por lo tanto, se asume que las actividades no básicas tienen un papel pasivo en la promoción del crecimiento económico. La teoría de la base económica sostiene que la producción para el mercado local sólo puede aumentar si se incrementa el ingreso local, y éste puede crecer sólo si la demanda total externa de la producción crece, de modo que el cambio exógeno necesariamente sólo puede ocurrir en el sector exportador.
El argumento sostiene que el desarrollo de las industrias motrices regionales depende de las ventajas comparativas de la región, reflejadas en los costos relativos de producción y transferencia; así como del ingreso (mercado) de las regiones adyacentes. Es decir, una región crecerá en la medida en que sus industrias motrices puedan competir en otras regiones. Por lo tanto, en la medida en que los costos de la industria motriz dependen substantivamente de las actividades complementarias estas últimas necesariamente desempeñan un papel clave en el crecimiento potencial de la región—en relación con las importaciones, es posible que los precios de insumos industriales y bienes de consumo final se reduzcan si se producen localmente, y la reducción del precio de estos últimos, además, permitirá reducir los salarios locales. Desde esta perspectiva, el desarrollo de las actividades complementarias (agropecuarias, semi-industriales y de servicios) es necesario para sostener el crecimiento de la base exportadora, y por ende de la economía regional, en el largo plazo.
El tamaño de la región, en términos de población, condiciona la importancia del comercio externo versus el comercio interno, en la promoción de su crecimiento. En general, se sostiene que a medida que aumenta el tamaño de la región, su comercio interno adquiere mayor importancia y, en consecuencia, disminuye la relevancia de las exportaciones.
Cuando una región crece, se desarrolla y se vuelve rica, es a costa de la precarización de otras regiones ya que absorbe su población, sus recursos naturales e incluso parte de sus actividades económicas; es por ello que las regiones periféricas deben buscar actividades que se vinculen y complementen al crecimiento de la región central, esto con el efecto positivo de generar empelo, recursos y especialidades, de lo contrario la región solo se hace más pobre y tiende a desaparecer.
El modelo de causación circular-acumulativa representa una línea de pensamiento cuyo argumento central postula que las fuerzas del mercado tenderán a ampliar las diferencias entre regiones avanzadas y rezagadas en cuanto a sus tasas de crecimiento. Se argumenta que en el proceso de desarrollo nacional, las regiones que tienen ventajas iniciales (recursos naturales, nodos de transporte, mercado potencial, centros administrativos, etc.) experimentan un crecimiento más rápido que el resto de la nación; y que a su vez, la acumulación industrial y el desarrollo de infraestructura en localidades avanzadas generan importantes economías internas y externas potenciales, que implican reducciones en costos para la operación de las empresas. En la medida en que aumentan las economías que las empresas pueden aprovechar en esas localidades, se estimula también el crecimiento económico de las mismas, y así el proceso se vuelve auto-reforzante. En contraste, de acuerdo a este argumento, el ritmo de crecimiento de las regiones rezagadas tenderá a desacelerarse, ya que sus ventajas limitadas (mano de obra barata) no son suficientes para hacerle contrapeso a la atracción ejercida por las ventajas de las regiones avanzadas.
El argumento central sugiere que el crecimiento de las regiones rezagadas es, en gran medida, un efecto inducido por el crecimiento de las regiones industrializadas. Por un lado, existe un efecto favorable que se transmite a través de la demanda —de las regiones industrializadas— por la producción (típicamente de productos primarios) de las regiones rezagadas, así como mediante derramas en forma de inversiones y difusión de innovaciones. La absorción de la mano de obra excedente de las regiones rezagadas por las áreas industrializadas, también produce un efecto favorable en la medida en que contribuye a elevar el ingreso per cápita de las primeras. Por otro lado, los efectos adversos se relacionan con la migración de población capacitada y joven, al igual que del escaso capital, de las regiones rezagadas a las industrializadas. Durante periodos bastante prolongados, se argumenta, el saldo neto será negativo para la mayoría de las regiones rezagadas. Por lo tanto, la conclusión obligada es que, si el desarrollo de una economía nacional es regido únicamente por las fuerzas del mercado, este se caracterizará por un proceso de crecientes desequilibrios en la escala regional.
El proceso se repite sucesivamente a niveles crecientes resultando en una ampliación constante de la brecha entre regiones de crecimiento rápido y de crecimiento lento. Aquí, los rendimientos crecientes a escala (equivalentes a las economías de aglomeración) son el elemento clave que conduce a una creciente concentración espacial de la actividad económica. Es claro que la teoría de la causación acumulativa apunta hacia un proceso de desequilibrio interregional, el cual se refleja en el constante flujo neto de recursos productivos hacia las regiones de mayor rentabilidad.
c) Teoría del Nuevo Distrito Industrial
El enfoque del Distrito Industrial de Marshall, se basa la localización de agentes dada la disponibilidad de recursos (insumos locales), los costos de transporte y la accesibilidad al mercado; las nuevas teorías agregan la facilidad con que estos agentes pueden exportar y la capacidad interna de absorber la transferencia de conocimientos, además de otros factores que tienen que ver con los costos como es la logística, la infraestructura y la entrada de insumos móviles de bajo costo. Para Marshall, el tamaño de mercado local era vital para soportar la estructura económica, y por ende el crecimiento económico local; a mayor población mayor mercado, mayor infraestructura urbana, y mayor elasticidad del precio ingreso de la demanda. Las firmas localizadas en estos mercados cuentan con mayor mano de obra que hace bajar la base salarial a su vez que aumenta la productividad, y bajo este crecimiento, también aumenta la oferta de bienes de capital que permite industrializar a la región.
La introducción del espacio implica la existencia de costos asociados con la reasignación de factores de producción, con el movimiento de mercancías, y con la transmisión de información. El modelo de las aglomeraciones, además de los movimientos interregionales de factores del enfoque neoclásico, incorpora también las economías de aglomeración (tendencias de crecimiento desequilibrado), y también un factor de distancia inter- e intraregional. Plantea que el crecimiento económico regional está relacionado con la oferta de los insumos o factores productivos y con los cambios tecnológicos. Tiene sin embargo, una importante característica estructural distintiva, consistente en que el rendimiento de la mano de obra y del capital depende del nivel de las economías de aglomeración. Al respecto, específicamente se asume que las tasas salariales y los rendimientos al capital se relacionan positivamente con el tamaño de las aglomeraciones urbanas, lo cual conduce a un crecimiento interregional e intraregional desequilibrado.
Se asume también que las economías de aglomeración influyen en la transmisión de los cambios técnicos. Al respecto, se plantea que la difusión del progreso técnico se relaciona de manera directa tanto con el tamaño del área urbana dominante de la región como con el grado de integración del sistema urbano regional o “economías de aglomeración en común”. Por otra parte, se plantea que el factor distancia se relaciona inversamente con el progreso técnico de la región, es decir, la distancia tiene el efecto de desacelerar la difusión del progreso técnico y la migración de mano de obra. Así, según este esquema, los diferenciales interregionales en tasas salariales y en rendimientos al capital, así como en el tamaño absoluto del acervo de capital en realidad podrían reforzar o contrarrestar la tendencia de crecimiento desequilibrado inducida por los factores de aglomeración. El resultado final es entonces una cuestión empírica.
La concentración económica surgida por las economías de aglomeración se da gracias a los rendimientos del mercado; pero conforme avanza el crecimiento, las economías se agotan y su localización se hace menos rentable y menos deseable; el uso de suelo escasea y se vuelve más costoso adquirir terrenos estratégicos, es cuando la población comienza a extenderse a los suburbios. La diferencia de renta hace que las actividades primarias se vuelvan menos rentables que actividades semi-industriales y servicios de primera necesidad: transporte, comunicación, comercio, vivienda, etc.; es cuando surgen los grandes monopolios que absorben todos los beneficios.
Por otro lado, Marshall pone de manifiesto que dentro de una rama industrial, es elemental el cambio técnico y organizacional que se dan a nivel inter-firma e intra-firma; además reconoce la importancia del aprendizaje en el proceso de formación del conocimiento, y su ambiente innovador en donde los productores pueden alcanzar altos niveles de conocimiento tecnológico. Para Marshall y después para Shumpeter, los principales mecanismos de transferencia de conocimiento son las relaciones cliente-proveedor tanto por medios formales e informales, estas relaciones enriquecidas por un ambiente innovador y dinámico en el cual el gobierno debe actuar con determinismo y autoridad.
Las regiones provistas para desarrollar sistemas de innovación tienen elementos centrales como organizaciones comunicativas y autónomas intra-firma, relaciones fuertes y dinámicas inter-firma, un papel protagónico del Estado y su amplia división jerárquica, además de las instituciones financieras, centros de investigación y vínculos entre Universidad-Empresa.
d) Teoría de los Rendimientos Crecientes
El argumento neoclásico sugiere que el capital y la mano de obra tenderán a migrar de las regiones de baja rentabilidad hacia las de rentabilidad mayor. En consecuencia, se sostiene que las diferencias interregionales en tasas de crecimiento son, en gran parte, resultado de los diferenciales interregionales en tasas de rentabilidad del capital y la mano de obra (que a su vez determinan la oferta regional de esos factores), y de la movilidad geográfica de esos factores. Al respecto, se asume que las empresas (capital) buscarán localizarse en regiones donde su rentabilidad sea relativamente alta. De forma análoga, se propone que la mano de obra migrará hacia donde su rendimiento esperado sea el mayor. El rendimiento esperado de la mano de obra considera además del salario real, ajustes en calidad de vida y la probabilidad de encontrar trabajo.
En un extremo, no se espera que las industrias con orientación al mercado local, una vez que se han hecho ajustes por el tamaño del mercado, migren en busca de una mayor rentabilidad, ya que en esas industrias los diferenciales de rentas entre regiones no varían sustancialmente. En este tipo de industrias los precios de los insumos, en particular la mano de obra, y de sus productos, son determinados por los mercados locales, y dado que el capital requerido para ingresar es relativamente bajo, la competencia rápidamente elimina rentas anormales. En el otro extremo, los diferenciales interregionales de renta son substanciales para las industrias de exportación, pues en industrias que sirven principalmente mercados nacionales la demanda y el precio del producto se determinan en mercados nacionales, mientras que el precio de los insumos, principalmente mano de obra, se determina localmente y, por lo tanto, puede variar de una región a otra. Es esta variación regional en el precio de los insumos, la cual implica rentas diferenciales, la que induce los flujos interregionales de capital, y por ende, los desplazamientos de producción y empleo. Todas las industrias se encuentran en algún punto entre estos dos casos extremos. En cuanto a la movilidad de la mano de obra, el argumento neoclásico propone que variará dependiendo también de la edad y la educación del trabajador, entre otras características.
El establecimiento definitivo de la teoría del crecimiento endógeno regional se remonta a la obra de Romer. Ese trabajo, también desarrolla una prueba empírica para evaluar la respuesta (movilidad) de los factores de producción ante diferenciales interregionales de precio, y la relación entre la producción no agrícola y la proporción capital-mano de obra. Romer adjudica que la respuesta está en función de la tasa de innovación y transferencia de conocimientos que puede adquirir la región, pues son estas las que inducen a tener rentas económicas excedentes y productividades laborales más altas.
De suma importancia en el enfoque neoclásico es el postulado de convergencia. Este sostiene que los rendimientos al capital y a la mano de obra de las diferentes regiones convergerán en el largo plazo. El mecanismo de autoajuste parte de una situación de desequilibrio y, en general, propone que aquellas regiones con ventajas de costos atraen empresas a una tasa mucho mayor que la del resto de la nación y, por ende, experimentan tasas de crecimiento relativamente rápidas; sin embargo, prosigue, a medida que aumenta la concentración de empresas en esas regiones, los costos tienden a incrementarse progresivamente, lo cual implica que dicha tendencia locacional cesará cuando los costos de producción sean similares a los del resto de las regiones. Es decir, se alcanza una situación de equilibrio. Así, en general se asume que cualquier diferencial interregional en la tasa de crecimiento será eliminada con el tiempo. De igual modo, la mano de obra tenderá a migrar hacia regiones con salarios reales relativamente altos hasta que la tasa salarial sea igual a las de las otras regiones. En equilibrio, las tasas salariales y los rendimientos al capital serán iguales en todas las regiones.
La crítica al enfoque neoclásico se ha centrado en algunos de sus supuestos principales, entre otros los siguientes: demanda perfectamente elástica para la producción de la región; recursos perfectamente móviles; y disponibilidad de información perfecta para inversionistas y trabajadores respecto a los precios de los factores. Las críticas también han aludido a la asumida homogeneidad de las regiones, así como a la exclusión del territorio y los costos de transportación, lo cual en conjunto lleva a excluir el factor “aglomeración”, la teoría de la aglomeración que se revisa en seguida, sugiere que el rendimiento esperado de los factores de producción se incrementan más allá de su nivel promedio de remuneración, como efecto precisamente de la aglomeración. No obstante, el modelo neoclásico permite considerar la posibilidad de que las regiones de salarios altos atraigan no sólo mano de obra sino también capital. Para tal efecto, se puede permitir que la función de producción de la región de salarios altos especifique rendimientos crecientes (debidos en parte a las economías de aglomeración), o introducir múltiples sectores y permitir cambios en la demanda a favor del producto de exportación de la región de salarios altos. El modelo también se puede diseñar para tomar en cuenta las fricciones territoriales y los costos no económicos que inhiben la migración en el contexto de inversión en capital humano, la mano de obra sólo se moverá si la tasa de rendimiento esperada es superior a los costos de desplazarse.
e) Teoría de la Nueva Geografía Económica
Al igual que los enfoques de la causación acumulativa y de las aglomeraciones, el enfoque de la Nueva Geografía Económica, desarrollado por Krugman, también otorga un papel central a las economías de aglomeración en el desarrollo del patrón regional del crecimiento económico. Sin embargo, el distintivo de este enfoque es que no hace supuestos sobre dichas economías, sino que las modela como una interacción, en el mercado, entre (i) economías de escala (a nivel de la empresa), (ii) costos de transporte y (iii) movilidad de los factores productivos. En otras palabras, evita el tradicional supuesto de que los rendimientos crecientes son puramente externos a la empresa —el cual a su vez permitía asumir competencia perfecta— y modela la estructura de mercado a nivel de la empresa individual.
El modelo básico, por una parte, asume una economía de dos sectores: manufacturas con rendimientos crecientes a escala, y agricultura con rendimientos constantes; solo para las manufacturas hay costos de transporte. Por otra parte, asume que solo hay dos factores de producción: obreros que trabajan en el sector de manufacturas y que pueden migrar de una localidad a otra, y agricultores que producen bienes primarios y no emigran; los factores no pueden cambiar de sector. Se asume también que los obreros tenderán a migrar de localidades con salarios reales inferiores al promedio hacia aquellas con salarios reales por arriba del promedio (no se modela explícitamente la decisión de migrar). Así, bajo este esquema, la distribución geográfica de los obreros es la que evoluciona a través del tiempo, mientras que la de agricultores es exógena.
En el modelo de dos regiones, la concentración de todos los obreros en la región 1 representará un equilibrio si para una empresa individual no es rentable producir en la región 2. Son varios los elementos que intervienen. Por una parte, en la región 2, la empresa tendrá que ofrecer mayores salarios para poder atraer a los obreros, dado que virtualmente todas las manufacturas son importadas. Por otra parte, los costos de transporte serán una ventaja para las ventas de esta empresa en la región 2, pero una desventaja para sus ventas en la región 1 (el mercado más grande). Por lo tanto, la rentabilidad en la región 2 dependerá del diferencial tanto en el valor de las ventas como de los costos fijos (tasa salarial) entre ambas regiones.
Son tres los parámetros que en este modelo determinan esos diferenciales, y por lo tanto, la tendencia hacia la concentración o la desconcentración: la participación de las manufacturas en el gasto, los costos de transporte, y la elasticidad de sustitución entre productos manufacturados (que representan economías de escala). En el esquema de dos regiones, una mayor participación de las manufacturas en el gasto implicaría menores ventas para la empresa localizada en la región 2, dado que el tamaño relativo del mercado intermedio y de consumo final será mayor en la región 1. Esta es la llamada fuerza centrípeta que favorece la aglomeración. Por el contrario, si es pequeña, las empresas venderían únicamente en los mercados rurales dispersos. En este caso, siempre sería conveniente para las empresas alejarse de cualquier concentración de manufacturas, con el objeto de evadir la competencia. Esta es la fuerza centrifuga que contrarrestaría la aglomeración. En general, se asume que un proceso de creciente concentración (divergencia) es más probable cuando el gasto es grande, debido a las fuertes cadenas productivas hacia atrás y hacia delante que ello implica. Esto valida el conocido argumento de que la aglomeración emerge debido a la relación circular que se da entre la localización del mercado y la localización de la producción manufacturera.
Respecto al papel de los otros parámetros, en el esquema de dos regiones, un costo de transporte elevado hará rentable para la empresa moverse de la región 1 a la 2; es una mejor opción que producir en la primera y transportar el producto a la segunda. En general, se asume que la concentración (divergencia) es más probable cuando el costo es bajo y a medida que crece, se llegaría a un punto en que la concentración geográfica de la producción no sería sostenible. También se asume que la concentración (divergencia) será contrarrestada por una elasticidad de sustitución alta (economías de escala débiles). Por lo tanto, en la medida en que los rendimientos crecientes a escala se fortalezcan, la producción de cada bien tenderá a concentrarse.
Por otra parte, dado que ha combinado las ideas de la causación acumulativa y el lugar central en formas muy innovadoras. Krugman redescubrió los factores de localización que en dicha área de estudios han sido descartados o disminuido en importancia, en particular los costos de transporte. Sin embargo, el propósito del modelo de Krugman es derivar factores generalizables que expliquen el patrón regional o geográfico del desarrollo industrial en el siglo XIX, y que aún en la actualidad son responsables por el agrupamiento espacial de muchas industrias.
La planeación regional en el mundo
La planeación regional es un tema muy discutido en las esferas de intelectuales, ya que concierne a sociólogos, economistas, politólogos, geógrafos, urbanistas, internacionalistas y todas aquellas personas concernientes a los estudios de la sociedad. La integración social no es cosa fácil y mucho menos cuando existen diferencias étnicas, culturales y sociales que pueden desalentar la integración. En este marco examinamos dos regiones con un alto poder económico y que han sufrido conflictos bélicos al interior de sus economías, pero que con mayor o menor eficacia han integrado dentro de sus acciones incluir una agenda destinada a la planeación regional y a aplicar políticas para favorecer el desarrollo de comunidades atrasadas. Es el caso de la Unión Europea la cual tiene más de 50 años intentado integrarse como supra nación y que ha conseguido los mejores resultados en cuestión a distribución del ingreso y desarrollo económico sustentable; el otro caso es China quien tiene la mayor tasa de crecimiento económica pero que sufre de un constante crecimiento desequilibrado.
a) Unión Europea
La política de la Unión Europea se basa en la solidaridad financiera y la ayuda mutua, ya que los estados miembros transfieren parte de su ingreso en la cooperación de los estados más pobres; entre 2000 y 2006 éstas alcanzaron una tercera parte del presupuesto comunitario, los cuales se dividieron en Fondos para el Desarrollo Regional Europeo, el cual basa sus recursos para fomentar las actividades en la regiones pobres; el Fondo Social Europeo, el cual fomenta ayuda a las regiones necesitadas a proveer productos y servicios hacia las regiones ricas, además de que capacita y fomenta el empleo de calidad; el Fondo de Cohesión, abarca el financiamiento a comunidades y la promoción de actividades industriales con su creciente incorporación al mercado europeo; algunos otros fideicomisos abarcan la inversión en actividades agrícolas, ganaderas y pesca.
Los Fondos estructurales tienen 3 objetivos en común:
- 70% de los créditos es para recuperar las regiones menos avanzadas que representan el 22% de la población.
- 11.5% de los créditos es para apoyar la reconversión delas zonas con dificultades estructurales, abarca el 18% de la población.
- 12.3% de los créditos favorecen la modernización de los sistemas de formación y fomento al empleo.
Además de los Fondos, existen acciones innovadoras que pretenden mejorar el desarrollo local, tal como el Instrumento de Pre-adhesión el cual estimula a los países que quieren formar parte de la Unión Europea para que se industrialicen, fortalezcan su moneda y adquieran mayores capacidades exportadoras; también el Instrumento Equal con el cual se busca la igualdad en las relaciones de trabajo y la no discriminación ya sea por motivos raciales, étnicos o de género; el Instrumento Interreg III sirve para comenzar a cooperar de forma transnacional aunque no sea parte de la Unión, siempre y cuando esté vigilada y controlada por las autoridades federales o locales y no contravenga a los intereses de la Confederación o afecte el comercio de otras regiones internas.
La integración en la Unión Europea ha sido exitosa, bajo ciertas excepciones, porque los territorios con desventajas han aprendido la nueva lógica económica y están dispuestos a competir con marcas y productos innovadores y que cumplen las más altas normas de calidad. Esto ha favorecido la integración económica y social y ha resaltado la importancia de mantener un crecimiento equilibrado en todas sus regiones económicas, ya que la disparidad ha disminuido el conjunto confederal puede acceder a nuevos mercados sin la preocupación de afectar a regiones. Es importante resaltar que la política exterior de la Unión Europea, favorece los intereses de estas regiones incipientes, pues las protege de rivales muy fuertes, a través de barreras arancelarias y no arancelarias, es decir protege su industria con muchas trabas a la importación ya sea en cuestión a calidad, estándares más elevados que los internacionales, etc. y con esto favorece el comercio intraregional y el crecimiento sectorial.
b) China
La política de China ha sido favorecer Zonas Económicas Exclusivas (ZEE), las cuales se ubican en los principales puertos comerciales y cuentan con infraestructuras sumamente complejas dignas de primer mundo; tienen ventajas fiscales y administrativas gracias al buen manejo de sus instituciones, y cuentan también con una red de transporte multimodal que les permite virar hacia varias direcciones y hacia los lugares exclusivos donde están instaladas las maquilas de exportación. Este nuevo modelo de desarrollo es con el que China ha alcanzado la mayor integración de redes globales de producción y el que ha absorbido la mayor inversión externa junto con sus efectos multiplicadores sobre el ingreso y el empleo.
Frente a esto la región céntrica y occidental de China sigue muy rezagada a sus actividades primarias, comparativamente son personas con un nivel de vida similar al de un país atrasado y ni la inversión externa ni la pública han logrado estimular estas regiones. Esto es un grave problema que pareciera no importar demasiado puesto que la política seguirá vinculada a aquellas regiones dinámicas y con altas capacidades de integración y desarrollo, que favorecen la actividades industriales de punta; y lo que se busca es integrar a las regiones pobres con sus actividades a partir de la innovación tecnológica para que la industria y la agricultura puedan alcanzar un desarrollo sostenible y sustentable.
La planeación regional en México
El análisis general de los nexos entre teoría y objetivos e instrumentos de política, efectuado en el apartado anterior, provee el marco analítico para deducir los principios teóricos de la política industrial regional orientada hacia la desconcentración y el impulso de áreas periféricas (impulsada durante los setenta y hasta inicios de los ochenta); de la erradicación de dicha política y el dominio del mercado en la asignación interregional de recursos a partir de la segunda mitad de los ochenta; y de la política actual (impulsada desde inicios de los noventa), que pretende fortalecer la competitividad regional, promoviendo el desarrollo de sistemas productivos locales y la integración de la pequeña y mediana industria.
El propósito central es contribuir a la aplicación de una planeación regional y la gestión pública local en México, abandonando la gastada política sectorial y la abdicación del gobierno a conducir la planeación urbana y regional de manera limitada; y pasar a una política regional con enfoque planificador, esclareciendo así que los objetivos y la acción son comunes y colectivos tanto de los instrumentos de la política industrial como de lo regional.
a) Los rasgos de la política regional y el objetivo de desconcentración
Desde 1970 y hasta inicios de los ochenta se construyo un amplio sistema de planeación y programático, y se aplicaron considerables recursos para impulsar la desconcentración económica de la Zonas Metropolitanas de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara hacia la extensa periferia del país y en especial hacia las ciudades medias. Uno de los instrumentos centrales fue la aplicación de un esquema regionalmente diferenciado de incentivos fiscales y financieros, así como de subsidios al precio de servicios públicos y energía, para las empresas. Bajo este esquema, los mejores incentivos se otorgaban en las regiones que se pretendía impulsar, mientras que las grandes aglomeraciones urbano-industriales invariablemente eran excluidas.
Las principales ciudades en los que el gobierno federal, estatal y local actuaron de forma armónica, y con esto lograron instaurar importantes parques industriales que dieron empleo directo a miles de personas, e indirecto a cientos de proveedoras. El caso por excelencia es el complejo automotriz ubicado en Guanajuato con la instauración de la General Motors, Aguascalientes con Nissan, Hermosillo con Ford, Puebla con Volks Wagen, Tijuana con Toyota, y Guadalajara con Honda. También hay que destacar la industria electrónica con los clústers de Guadalajara en donde se encuentra HP e IBM, Tijuana donde se localizan Sony y Samsung, Mexicali con Kodak y Hitachi, y Ciudad Juárez con Siemens y Philips. Y por último los parques industriales abocados a la industria textil como son León con Flexi y Export, Tianguistenco con Arce y Johnson, y Puebla con Lee y Furor.
Las políticas públicas que se desarrollaron a fines de siglo dieron un importante paso en la elaboración de acciones locales y pero no lograron modificar la distribución económica que pernea dentro del territorio nacional. Los recursos obtenidos del federal, fueron usados por los estados y por los municipios para pagar sus gastos administrativos (aproximadamente un 45%), otra parte en forma de transferencias para pagar subsidios (30%) y lo último para hacer obras públicas (15%), el resto era pagos a la deuda pública y otros rubros. La calidad de vida relacionada con los estándares de educación, seguridad pública y salud fueron administrados por el gobierno federal a través de fondos de aportaciones; éstos impactaron de forma variable como en Baja California donde cada alumno de escuela pública recibe un monto de 9,338 pesos mensuales para material y recursos escolares mientras que uno de México recibe sólo 4,233 pesos; y frente a esto los docentes se multiplican para obtener su bono de eficiencia el cual asciende en México a 16,000 pesos, esto hace obvio el porqué crecen las plazas de personas que poco conocen su docencia y que perjudican el avance intelectual de los niños mexiquenses. Situación similar presentan los fondos destinados a la salud, a la seguridad social y a la infraestructura social.
La descentralización de actividades no se ha alcanzado como se tenía previsto; hace falta una mayor participación local y regional dentro de las actividades que impulsan el desarrollo, y el gobierno federal debe delegar esta autoridad a quienes más eficaces resulten en su aplicación. Por otra parte la descentralización no es recomendable cuando se presentan altos grados de corrupción y hay una desconfianza generalizada a los gobiernos estatales y locales; para evitar esto, existen instituciones que se encargan de medir la confianza del público y califican el desempeño político en función de sus acciones y los resultados alcanzados, el Instituto de Acceso a la Información Pública (IFAI) puede ser un portal para que la descentralización de actividades sea la esperada.
b) La política regional
Como objetivo de revertir los desequilibrios interregionales se diseñó una política dentro del Programa Nacional de Fomento Industrial y Comercio Exterior 1984-1988, básicamente, un reducido número de ciudades medias, ejes y corredores industriales es seleccionado para cumplir la función de centros de desarrollo: la llamada estrategia de “descentralización no dispersa”. El nivel de los estímulos fiscales y financieros a la inversión privada se establece en función de ese esquema: el estimulo era mayor si la inversión encajaba dentro de la especialización y funciones asignadas al centro respectivo. Este esquema de subsidios, junto con la inversión pública en infraestructura, y el poder de demanda de las industrias siderúrgica, petroquímica, y de equipo de transporte, entonces paraestatales, se concibieron como los principales instrumentos. Sin embargo, los recurrentes efectos adversos de la crisis económica de 1982 habrían de impedir la materialización de dicha estrategia. Por otra parte, las instancias de planeación local y coordinación intergubernamental utilizadas para asignar el gasto federal en los estados se mantuvieron vigentes, e incluso se establecen las bases constitucionales para fortalecer la capacidad fiscal de estados y municipios, así como su papel en cuanto a provisión de servicios.
En buen número de trabajos se ha observado como desde el inicio del periodo gubernamental 1988-1994, los esfuerzos consistentes en impulsar exógenamente el desarrollo de zonas económicamente deprimidas y descentralizar la actividad económica, desaparecen de la estrategia gubernamental de desarrollo. Esto ha implicado la reconfiguración de diversas instituciones públicas relacionadas con el fomento a la industria. A diferencia de la política regional de los setenta e inicios de los ochenta, en este nuevo enfoque no se considera el nivel de desarrollo de las regiones, no se contempla incentivos diferenciados de acuerdo al nivel de desarrollo de la región, ni objetivos de desconcentración.
Los documentos de planeación establecen que la política industrial se concentraría en promover el funcionamiento eficiente del mercado en la asignación de los recursos productivos, incluyendo su asignación interregional (Plan Nacional de Modernización Industrial y Comercio Exterior 1990-1994). Se plantea también la necesidad de dirigir los esfuerzos de estado en materia de promoción industrial principalmente hacia la Pequeña y Mediana Empresa (PyME) para apoyar aspectos de: investigación y desarrollo (I&D), acceso a mercado de capitales, y transferencia y asimilación de tecnología, entre los más relevantes, además del estimulo al aprovechamiento de los factores productivos del país, y el impulso a una cultura de internacionalización y calidad total.
Dentro de esta política industrial de impulso a la competitividad de la planta industrial y en particular de la PyME, la vertiente regional también plantea cambios sustantivos. El fomento al desarrollo de agrupamientos industriales y cadenas productivas, de carácter regional y sectorial, así como la integración amplia de las PyME a los mismos, se combina con otras políticas generales dirigidas a mejorar la oferta de infraestructura en comunicaciones y transportes, energía y otros insumos industriales básicos, las cuales contemplan una creciente participación del sector privado. Por otra parte, se proponen políticas relacionadas con la adecuación de la oferta del sistema educativo para fortalecer la capacitación y formación continua, y fomentar el acercamiento del sistema educativo y de investigación con la industria. La estrategia asigna un papel decisivo a las acciones inter-institucionales, coordinadas a nivel regional, en las que participen sector privado, gobiernos estatales, gobierno federal, y organizaciones semi-gubernamentales. Algunos esfuerzos desde la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial hasta la actual Secretaria de Economía, también han convergido en el propósito de contribuir a la modernización tecnológica, y de elevar la capacidad de aprendizaje de las PyME, a través de impulsar la cooperación inter-empresarial, el intercambio y la difusión de información, y el enlace con centros de investigación. Entre sus acciones más relevantes están las siguientes:
1. Red Nacional de Centros de Competitividad Empresarial (CRECE), cuyo propósito es prestar servicios y atención especializada (tecnológica, de gestión y de información) a la micro, pequeña y mediana empresa Asimismo, los centros regionales CRECE, uno en cada estado, prestan servicios de diagnóstico empresarial, evaluación de la posición competitiva de la empresa, identificación de áreas de oportunidad, y diseño de alternativas para elevar la productividad.
2. Proyecto de Desarrollo de Proveedores o Clientes de Base Tecnológica, que pretende fomentar la creación de redes de empresas para fortalecer las cadenas productivas, complementando los esfuerzos de NAFIN y BANCOMEX en este aspecto.
3. Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica (Compite), que asocia a consultores certificados para impartir talleres regionales de capacitación y estrategia, por ramas industriales.
4. Programa de Empresas Integradoras con el propósito de eliminar intermediarios y permitir a las empresas asociadas la adquisición de materias primas, insumos y activos tecnológicos en condiciones competitivas en cuanto a precio, calidad y oportunidad de entrega. Este programa otorga incentivos a la asociación de empresas para que bajo un esquema de cooperación se provean servicios especializados a los asociados, acceso a tecnología y financiamiento, promoción y comercialización, diseño de productos, y subcontratación.
Para 1996-1999 el nuevo programa de SECOFI junto con las autoridades estatales y municipales era la potencialización de los factores productivos locales, entre ellos el fortalecimiento de productos con base de exportación, pues el peso frente al dólar se recuperaba y permitía mantener las exportaciones fuertes , además de que China aún no entraba dentro de la Organización Mundial de Comercio y por tanto no era amenaza para abatir productos mexicanos en el exterior. El fortalecimiento del apoyo gubernamental vía inversión pública en infraestructura, cosa que hemos revisado no fue satisfactorio gracias a la fragilidad política y a los desajustes macroeconómicos antecesores. El desarrollo empresarial para fomentar la iniciativa privada y nacional, cosa que era incipiente para un país donde había dominado la autoridad central y la inversión pública. El desarrollo de capital humano, más que educativo, con opciones para avanzar su complementariedad intelectual en instituciones de calidad foráneas. Algunas de las medidas que se rescatan dentro de esas acciones son:
1. Acuerdos locales en la frontera norte, los cuales incluyen una “Bolsa de Subcontratación” la cual permite la promoción de negocios desde la subcontratación hasta acuerdos estratégicos entre grandes conglomerados y pequeñas proveedoras; esto desarrolla productos mexicanos, los hace avanzar en el sentido industrial y son integrados a las redes globales de producción.
2. Acuerdos de industrialización vía integración de clusters, los que cuales integran en una zona industrial a actividades motrices con complementarias; aquí también existe desarrollo de productos mexicanos y promoción empresarial por medio de la ingeniería en reversa y la transferencia de conocimientos, además de que la vinculación entre centros de desarrollo e investigación con empresas las hace sumamente dinámicas y competitivas.
3. Desarrollo empresarial en el Sur, donde es vital la conformación de un empresariado fuerte y dispuesto a llevar a la región a esquemas más industrializados sin comprometer la cultura arraigada. Programas públicos como Desarrollo de Empresas Integradoras, Tienditas, Financiamiento a la Modernización y los programas privados como Uniones de Crédito y Cámaras Industriales fomentan la participación colectiva para formar un negocio y mantenerlo.
4. Renovación del conglomerado del centro, el cual introduce un apartado sobre el cuidado al Medio Ambiente y favorece la reinversión y actualización de la maquinaria y equipo con controladores ambientales y se crea un fideicomiso para la PyME, así como la creación de zonas industriales integradas y bien comunicadas.
5. Especialización en las actividades más rentables; aquí se incluyen muchas regiones aptas para los servicios comunales y estatales, para el turismo o que tienen vocación para actividades primarias. El objetivo es que se integren a la nueva dinámica económica y que adapten sus recursos y sus aptitudes para crear actividades innovadoras con un sentido humano y con la visión de mantener el crecimiento sustentablemente.
En el importante aspecto de la modernización tecnológica el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) ha emprendido algunas acciones. Algunos de los 27 centros de investigación del Consejo, la mayoría de los cuales se localizan en provincia, han intentado establecer formas de cooperación con empresas locales, gobiernos estatales, y otras instituciones de investigación o formación técnica. Varios de esos centros en realidad cuentan ya con una trayectoria de cooperación a nivel regional y/o local. Otros esfuerzos del mismo CONACYT son el Programa de Modernización Tecnológica y el Fondo para el Fortalecimiento de las Capacidades Científicas y Tecnológicas. El primero otorga financiamiento parcial directamente a las empresas para proyectos de desarrollo tecnológico, y también patrocina a centros tecnológicos que apoyen en este aspecto a las PyME; el segundo, brinda apoyo técnico y financiero para crear, expandir, y fortalecer centros tecnológicos privados y del sector público. Ambos pretenden primordialmente mejorar el acceso de las PyME a los servicios tecnológicos, pero también fomentar una cultura de cooperación tanto entre empresas como entre estas y otros agentes de su entorno regional.
Las acciones arriba descritas han resultado a todas luces insuficientes frente a la magnitud de las necesidades financieras, de organización, y de acceso a tecnologías modernas. Se requiere una profundización en las políticas regionales y un concienzudo análisis a las políticas sectoriales, para que ambas con acuerdos y objetivos comunes compartan acciones y mejoren los resultados del crecimiento y el desarrollo sustentable regional; así como una mayor participación social en las actividades productivas y un nuevo y mejorado empresariado mexicano con visión de competir globalmente y la capacidad de innovar en el momento justo que se requiera; y finalmente una cooperación entre todos los sectores del gobierno, la empresa y las instituciones (financieras, educativas y civiles) para que colaboren con la mejora del bienestar social y económico.
Bibliografía y Hemerografía
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Páginas de Internet
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2. http://www.energia.guanajuato.gob.mx/gaceta/Gacetaideas/Archivos/04052006_SISTEMAS_REGIONALES_INNOVACION.pdf
3. http://www.senado.gob.mx/comisiones/LX/desarrolloregional/content/foros/desarrollo_regional/Javier_Delgadillo.pdf
4. http://www.inegi.gob.mx/inegi/
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